Hace unos meses hice el viaje más místico que una persona
puede vivir, si, fui a India. Me sentía cual Julia Robert en “Comer, rezar y amar” todo era diferente, la gente, la
comida, los olores, los paisajes, todo.
Acostumbrarse a Dheli no es fácil, ni menos si eres de los
turistas que se creen shuper locos que no toman tours para impregnarse de las
personas y su cultura, ¡y vaya que nos impregnamos!, pero fue de su olor y
moscas que llegaban hasta la garganta.
Es por eso que quisimos caminar sin mapas por lugares
normales en busca de lo cotidiano, fue en ese momento cuando un hombre
caminando con una sola pierna apoyándose en muletas se nos acerca diciendo que
si estábamos perdidos y que cerca estaba una de las mezquitas más conocidas de
la zona, nos da las indicaciones y recordé tantos años viendo la Teletón y me
dije: si le falta una pierna debe ser una buena persona, y así fue como
caminamos de la mano hacía la mezquita.
Cuando llegamos tuvimos una desilusión, porque la mezquita
no tenía nada de sorprendente, más bien parecía una casa abandonada con un par
de budas pequeños en el suelo, pero quién era yo para juzgarlos por pensar que
era algo increíble. Nos llevaron a una pieza que según pensaba yo era una sala
de rezo y meditación ya que nos teníamos que acostar, fue tan placentera la
experiencia que no recuerdo nada hasta que desperté con un parche en el ojo.
Desde ese viaje que tengo que usar lentes y me quedan con
tanto estilo. Gracias India por esa bella experiencia.
2 Sírvase una express =):
Por suerte yo ya usaba lentes y me salvé..
Pero esta pierna de palo no es tan ondera como dijeron!
Enseñanza: no le compres a la teletón!
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