Resumiendo...#.-

martes, 14 de julio de 2009


Estaba tan aburrida de esos ramos de teoría donde debía memorizar pasos del marketing, la retórica de la imagen, las corrientes psicológicas, y sin sumar la angustia que es tratar de comprender lo que pasa por la cabeza del recluta Foxley y lo triste de asumir la muerte de Maicol que aun me tiene llorando por los rincones.

Sencillamente no me podía concentrar, y en un momento de claridad mental recordé todos los consejos de estudios que aprendí en psicopedagogía:

¡Torpedos!

Saqué por primera vez mi cuaderno y comencé a traspasar la información en diminutos papelitos que pronto serían pegados con scotch por mis brazos y lugares que mi vista los pudieran notar y el profesor no.

De pronto uno de los “resúmenes” desapareció, lo busqué por todos lados, pero no aparecía. No me importó total aun me quedaba tiempo para hacer otro. Cuando los terminé comencé a disfrutar ese dulce sabor de triunfo.

Llego a la sala, saludo al profesor. Me siento y comienzo a dar mi examen como toda una campeona. Lo finalizo y se le entrego al profesor haciéndome la matea. El sonríe de forma coqueta olvidando la ética profesional, se queda mirando las maravillosas ondas doradas que naturalmente caen de mis cabellos hacia mis hombros. Y comprendo que es difícil resistirse a mi belleza.

Me doy vuelta para salir y me dice Pamela, acérquese. Levanta su mano y la extiende para acariciarme. Me puse nerviosa porque mis compañeros podrían pensar que el 7 que me sacaré no sería honesto, sino porque el profesor estaba enamorado de mí y no por el esfuerzo y dedicación que significa hacer esos torpedos.

Sacó un papel diminuto lleno de información que se me había pegado en el pelo. Y dice:

Nos vemos el próximo semestre,
¡Está reprobada!



Ahí comprendí el peso de ser tan regia e inteligente. El inventó esa excusa barata solo para poder verme todo un semestre más.

Cachantún...#.-

viernes, 10 de julio de 2009


Tras haber pasado tantos días con licencia y estar privada de libertad para compartir con otros seres humanos. Encerrada en el ático de la torre de mis padres y con comida que dejaban los sirvientes por la puerta con sus trajes espaciales, los que tenían extremadamente prohibido decirme alguna palabra porque sus vidas corrían peligro. Comencé a vivir algo especial.

Considerando el grado tal de reclusión hogareña en la que vivía se podría decir que descuidé un poquito mi aseo personal. Total no necesitaba lavarme el cabello, ni bañarme porque de todas formas nadie me podía oler.

Los días pasaron y mi piel se oscurecía, ahí comprendí a Michael Jackson en su evolución hacía la blanquez y esta nueva piel me gustaba más y más.

¡Al fin tengo el bronceado que tanto busqué!

La licencia terminó y todo volvió a la normalidad, menos aquellos hábitos de limpieza que me caracterizaban. Disfruto ser libre y no tener la necesidad de bañarme en las mañanas, ni cepillar mis dientes, mi pelo con esos lulitos se ve de lo más que hay y ya no siento la necesidad de vivir llena de lujos como lo hacía hasta semanas atrás.

Lo natural me tocó. Y fue positivo al máximo, ahora cuando viajo en metro me doy cuenta que las personas sientes mis buenas vibras y parece que hasta la huelen porque cuando entro a un vagón de forma automática todos se hacen a un lado y cubren sus narices.



¡Amo lo natural!


Más sola que con influenza humana...#.-

domingo, 5 de julio de 2009

La vida de una porcina no es fácil. No puedes salir a la calle porque puedes contagiar a otros, cuando las personas se enteran que estás contagiada temen por sus vidas y salen huyendo con una cara de espanto como si te parecieras a Michael Jackson.


Sin dejar de lado que el ser que dice amarte más que nadie en la vida, y por cierto, que la daría por ti. No es verdad, le da pánico tenerte cerca y se encierra en la cocina por días.


Pero tranquilos, esta no es una enfermedad grave.


No tengo tos ni mocos, pero si muchos que me temen.

Miss Reef...#.-

miércoles, 1 de julio de 2009




Fue un día en que una simple campesina, vestida con sus ropas harapientas conoció la fama.

Ella fue a su universidad a la charla que pensó sería la más bakanosa del mundo, porque la impartiría el mismísimo José Manuel Silva, Presidente Ejecutivo y Gerente General de ACHAP Asociación Chilena de Agencias de Publicidad.

La charla comenzó y la simple lola se alistaba para morder la placentera hamburguesa que minutos antes había comprado para la importante ocasión, y así poder acompañarlas de las sabias palabras que aquel hombre entregaría en el auditórium.

Sin jamás imaginarlo, un hombre cubierto de alhajas y gafas oscuras le ofreció ser parte de su agencia de modelos súper profesionales y rubias naturales.

Ella dejó por un instante la hamburguesa para tragar las palabras que le acababan de decir y también la hamburguesa que sabía tan sabrosa para decirle: lo siento, pero me cuesta caminar con tacos. Sonríe y muestra la ternura de ser una simple campesina con sus dientes llenos de mayonesa y pepinillos, pero con el autoestima por el techo.

Pd: Dicha charla no cumplió para nada sus ansias de aprender!